Viendo a mis hijos, a pesar de su corta edad me entro la necesidad de que ellos pudieran entender el valor y la gran bendición que es el tenerse el uno al otro. Mas allá de peleas porque uno agarro el juguete del otro o porque uno tiene jugo y el otro leche… tengo la enorme necesidad que se valoren y se amen con todo lo que cada uno es. Pensando y basándome en mis hermanas puedo decir que…
Los hermanos nos conocen tal como somos, no hay hábitos escondidos pues no pensamos en ser de alguna manera diferente para agradarles…simplemente somos como somos con ellos.
Aunque a veces nos ceguemos pensando en cuanto nos molestan nuestros hermanos ellos son la primera escuela de muchas cosas, primero que todo nos enseñan a saber compartir pues los hermanos desde bebes deben compartir los juguetes, la comida, también los espacios, e incluso a nuestros amados padres! Con el tiempo no faltaran las peleas porque una se puso la ropa de la otra, en mi caso no podía usar los zapatos de mi hermana mayor pero usaba los de mi hermana de en medio que por cierto era la mas enojada, me gustaría decir que aprendí a respetar y no agarrar su ropa pero lo que aprendí fue resistencia y ella aprendió que yo iba a estar ahí toda su vida…
Mis hermanas fueron mi segunda madre, cuando ella no estaba ellas tomaban ese papel y no solo me regañaban si no que también me protegían, me enseñaban…la mayoría de veces se desesperaban pero aprendieron paciencia, y yo autoridad.
Cuando no querían ahorcarme ellas me consentían mucho, me compraban regalitos y ayudaban con mis necesidades….recuerdo que mi hermana mayor me llevo a comprarme todo el outfit para ir a un cumpleaños aun recuerdo los zapatos de escarcha y la falda turquesa con encaje. Mi hermana de en medio cuando me gradué del colegio me dio de regalo un viaje a Utila con ella a sacar la licencia de buceo! Sin duda ellas me conocían mejor que nadie…mis gustos, lo que disfrutaba hacer.
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Mis dos hermanas me enseñaron a trabajar por las cosas, en algún momento las dos me ayudaron para comenzar algún ¨negocio¨, cuando era muy niña me pagaban por arreglarles las uñas…mi hermana mayor me había comprado todo el kit para poderles hacer manicure y pedicure. Luego me compro producto para venderle a mis compañeras del colegio, aun guardo los cuadernos donde apuntaba todas las cuentas…me sorprende lo ordenada que era desde niña jaja.
Nadie es perfecto, y cuando somos niños mas de una vez nos enojaremos a tal punto de llorar desconsoladamente por alguna pelea pero eso no cambia el amor que los hermanos se tienen, al final del dia ellos nunca dejaran de ser nuestros hermanos lo que nos queda es valorar lo bueno y amarlos con lo malo.
A lo que voy es que muchas veces perdemos el tiempo por ver siempre los defectos de nuestros hermanos y cuando reaccionemos (porque en algún momento sucede) no solo tendremos que recuperar el tiempo perdido si no posiblemente tratar de sanar muchas heridas. Comencemos desde ahora!
¡Compártenos algún lindo recuerdo que tengas con tus hermanos!
1 Comment
Monica Tobon de Ponce
February 27, 2015 at 9:36 pmQué lindo Claudia!!